Es difícil que comas sano si te da pereza cocinar y tu único interés por comer verduras es adelgazar. O que te motive a entrenar, cuando prefieres esperar a que el ascensor se quede libre antes que subir cuatro escaleras.

Estos errores los cometes cuando no sabes realmente lo que estás haciendo. Por eso fracasas intentándolo una y otra vez. Y por eso las dietas y el famoso “el lunes empiezo”, no funcionan.

Pagar la cuota del gimnasio está bien si lo usas. Y hacer dieta puede darte resultados durante un tiempo, pero es «pan para hoy y hambre para mañana».

Y te lo digo yo, que he pasado por todo eso hace mucho.

Hasta que me di cuenta de que ni la felicidad, ni la salud, ni el bienestar, dependen de comer lechuga, pollo a la plancha y machacarte en el gimnasio.

Pero bueno, eso mejor te lo cuento largo y tendido en mi página personal.